Los andadores para adultos son realmente importantes a la hora de aportar mayor autonomía y libertad, esto permite que las personas mayores con problemas al andar puedan mantener e inclusive mejorar su vida activa. En el momento de elegir un andador es necesario tener en cuenta una serie de aspectos claves, tales como las características anatómicas de la persona, su grado de dependencia, capacidades funcionales, entre otras. Pero, independientemente del modelo de andador elegido, todos ofrecen beneficios para quien lo usará.
Lugares de uso del andador
Tal y como ya hemos apuntado en párrafos anteriores, el lugar de uso de un andador es uno de los factores más determinantes a la hora de comprar uno. Varias son las opciones que te planteamos a continuación:
El andador se va a usar principalmente en casa
Si nos encontramos ante el caso de tener que comprar un andador para mayores que se vaya a emplear principalmente en casa, podemos decantarnos por usar prácticamente cualquier andador, siempre y cuando las superficies no tengan irregularidades, bordillos o desniveles muy marcados.
Por esta razón, podremos elegir desde un andador fijo hasta uno con ruedas. Los andadores fijos, por su parte, a pesar de que ofrecen mucha estabilidad al caminar, también son los que requieren mayor esfuerzo para su uso, ya que deben levantarse y mover a cada paso.
Así, no recomendamos comprar este tipo de andador adultos para personas mayores o ancianos que cuenten con graves limitaciones de movilidad. En el caso de que te decidas por comprar un andador con ruedas, puedes elegir entre los andadores de dos o de cuatro.
Es decir, si dispones de poco espacio en casa, es mejor que te decantes por un andador de dos ruedas de aluminio, plegable y con asiento -o si lo prefieres sin asiento- que puedas guardar luego en cualquier sitio, mientras que si cuentas con espacios suficientemente grandes, entonces podrás comprar un andador de cuatro ruedas más voluminoso.
El andador se va a usar sólo en la calle
En aquellos casos en los que el andador para mayores vaya a usarse sólo en el exterior, entonces te recomendamos que lo mejor es que el andador ortopédico cuente con 4 ruedas del mayor tamaño posible para que los ancianos y adultos puedan sortear las irregularidades del terreno de la manera más fácil posible.
A la hora de comprar un andador, de entre todos los existentes te recomendamos los andadores para personas mayores con frenos por presión, que gracias a su sencillo uso y a los frenos ubicados en la empuñadura permiten a los ancianos y adultos que lo usen reaccionar ante cualquier elemento que encuentren en su camino y que amenace la continuidad de su marcha. Además, son productos que vienen con un montón de características útiles en el día a día de quienes los usan.
El andador va a tener un uso mixto: casa-calle
Pero, ¿y si el andador fuese a usarse de forma indistinta en la calle y en casa? Los andadores para ancianos y adultos que vayan a usarse de esta manera, tendrán que tener, por lo menos, ruedas delanteras, ya que es muy incómodo tener que ir arrastrando las patas traseras del andador por la calle.
De hecho, hay muchos clientes que incluso deciden añadirle ruedas a su andador fijo o buscan la posibilidad de implementar su andador de dos ruedas delanteras con dos traseras.
Con independencia del uso que se le vaya a dar al andador ortopédico, el material con el que éste ha sido realizado tampoco es un tema que deba ser desplazado a un segundo plano. En este sentido, comprar un andador para ancianos ligero es fundamental para garantizar la libertad y comodidad de movimientos y para evitar caídas, que acaben provocando problemas mayores.
¿Qué medidas debo tomar en cuenta para elegir el andador?
Una vez es evidente que la persona necesita de la ayuda de un andador, sea nuevo o un andador de segunda mano, es importante tener en cuenta una serie de medidas que te permitan elegir el modelo correcto. Dos de las medidas claves que siempre tienes que considerar son:
La altura del andador
Para saber qué altura debe tener el andador, la persona tiene que permanecer de pie con los brazos extendidos de una manera natural. La distancia que hay entre el pliegue de la muñeca hasta la superficie del suelo debería ser la altura que se elija, pues va a respetar la estructura corporal de la persona mayor.
La anchura del andador
A la hora de tomar esta medida es relevante el tamaño de las puertas por donde normalmente circulará. Por ello, es aconsejable que midas las puertas de la vivienda donde reside, así como otros lugares de paso importante para el anciano. De esta forma, te estarás asegurando de que no va a tener ningún problema a la hora de movilizarse.
¿En qué momento considerar el uso de un andador?
Es normal asociar el uso de estos andadores a personas con movilidad reducida o de la tercera edad, pero nada más lejos de la realidad, pues hay muchas otras personas que pueden hacer uso del mismo para su beneficio al movilizarse. Algunos de los criterios que muestran cuándo es un buen momento para que una persona empiece a utilizarlo:
- Problemas de movilidad reducida
- Se fatiga con mucha facilidad
- Es incapaz de mantener un correcto equilibrio
Recuerda que la misión principal de un andador ortopédico no es otra que garantizar la seguridad de quienes, por cualquier circunstancia, se ven obligados a usarlo.